Somos Versus
En un día cualquiera abres un periódico deportivo, entras a tu sitio favorito, enciendes la televisión, revisas las redes sociales… ¿Cuántas mujeres son protagonistas de las noticias? ¿Cómo son representadas las atletas?, ¿los medios atienden a la diversidad de las identidades de género?, ¿en los contenidos está representada la diversidad étnica de las mujeres? ¿Cuántas mujeres generan y firman el contenido que ves?, ¿cuántas tienen voz en las mesas de opinión?
Las mujeres existimos en los medios y en la práctica deportiva desde hace décadas. Nuestros nombres e historias han sido invisibilizadas. En el camino, mujeres han desistido por prohibiciones, juicios de valor por el uso del cuerpo, por estereotipos arraigados sobre el papel de las mujeres en la sociedad, por falta de oportunidades y por la brecha salarial entre géneros.
Los estereotipos nos segregan con una mirada androcéntrica en todos los ámbitos. Las mujeres que narran, conducen o reportean están sometidas a una doble verificación de conocimiento y capacidades. Las mujeres que encestan, marcan goles o golpean con la raqueta son medidas a partir del desempeño masculino. Prohibir, restringir e invisibilizar a las mujeres es violencia.